Esta imagen intenta plasmar aquellos valores esenciales para nuestra comunidad en comunión con los valores planteados por San J.B.De La SALLE para su obra y a lo largo del tiempo.
ÁRBOL.
Como símbolo central nos encontramos con un árbol, vigoroso, saludable, vital; nos permite reflexionar “Que entendemos por vida o estar vivos”; desde esta observación nuestra comunidad entiende que el ejemplo más inmediato que podemos encontrar, es la gracia de un Dios vivo, en un Jesús vivo en nuestros corazones, latiendo en todos los actos que realizamos en nuestra vida. La idea de un árbol adulto, nos advierte de la trascendencia del espacio de Unión de Familias a lo largo del tiempo, nos permite trazar esa línea temporal, que nos muestra de dónde venimos y a dónde vamos. Su frondosa copa remite a la necesidad de sumar voluntades como las hojas del árbol, que en la suma de las mismas se transforman en sombra que nos refresca y revitaliza en un caminar extenso. De esta misma forma entendemos que el espacio de Unión de Familias, nos refresca y revitaliza en la vivencia de acompañar el crecimiento de nuestros hijos en los valores de la Obra de San J.B.De La Salle.Por último un tronco firme y bien arraigado al suelo que nos permite entender que lo institucional es aquello que nos contiene en lo cotidiano proponiendo organización, desarrollando valores y consensos en la vivencia del ser comunitario.
NIÑOS
La imagen de un grupo niños leyendo un libro y compartiendo experiencias, pone en valor la esencia de la obra de San J.B.De La Salle,como una escuela de inspiración cristiana que entendiende a la persona como creación única y divina, que se reconoce y se manifiesta en tanto hay un otro que lo necesita, lo sensibiliza, permitiendo entender lo venerable de nuestra existencia.
Este conjunto de niños nos permite descubrir la visión de heterogeneidad transformada en comunidad en el reconocimiento del respeto fraterno cristiano, construcción fundamental para la vivencia de comunidad como comunión.
El derecho irrevocable de recibir una educación digna sin importar su realidad y especialmente en condiciones de pobreza o necesidad. La relación maestro, alumno es para la comunidad Lasallana el lugar religioso por excelencia de la divina manifestación de Dios. Esta relación pedagógica es sumamente rica y compleja. En ella están implicados el docente y el alumno como personas cuya relación les confiere dicha identidad; los saberes y los conflictos sociales, cuyos conocimientos y transformación es lo que convoca la relación.
SUELO
Finalmente observamos un suelo fértil, donde descansan y se sostienen tanto los niños, como el árbol, entendiendo a la tierra, nuestro hábitat,” NUESTRA CASA COMÚN”, concepto planteado por el PAPA FRANCISCO en su encíclica pastoral “LAUDATO SI”, nos propone una visión actual en sus seis capítulos, Que le sucede a nuestra casa común, el evangelio de la creación, las raíces humanas y la crisis ecológica, ecología integral, líneas de enfoque y acción, educación ecológica y espiritualidad.